Durante mucho tiempo permanecí en silencio, centinela de incontables secretos e historias aparentemente relegadas al olvido… Así, las grietas fueron dibujándose en mis paredes y el polvo se acumuló en las esquinas… Pero, por suerte, todo eso cambió y hoy tengo la oportunidad de mostrar mi naturaleza, de exponerme tal y como soy.
Jamás pensé que mi decadencia continuara albergando la ilusión por los comienzos y pudiera convertirse en un escenario perfecto donde exhibir piezas con alma.
Entre mis paredes descansan ahora cientos de objetos únicos, provenientes de todas las partes del mundo. Al igual que yo, su esencia ha permanecido inalterable a lo largo de los años. La pátina del tiempo que ha recorrido nuestras superficies como un testigo mudo nos ha otorgado autenticidad y una belleza única, inimitable e inesperada, convirtiéndonos en tesoros, escogidos con sumo cariño y dedicación.
Bajo mi techo albergo la magia de extraordinarias piezas que han soportado el paso del tiempo y que aún pretenden seguir escribiendo su historia.
La belleza persiste para quienes saben verla. Incluso en las cicatrices.
Bienvenidos a mi espacio irrepetible.
Mi nombre es Bingutti.